I'm P.O.P.U.L.A.R.

viernes, 10 de febrero de 2012

Capítulo 3.

Yo no era una de esas personas con tendencia a lamentarse y a darle vueltas a los problemas,pero era la primera vez en mi vida que sufría penas de amor.Quiero decir,de las auténticas.De las que duelen de verdad.Y ante eso,todo lo demás pasaba a un segundo plano.Incluso mi supervivencia me parecia algo secundario.Para ser del todo sincera,la idea de morir no me parecia tan desagradable en ese instante.Al fin y al cabo,no seria la primera que moria de amor;en ese sentido,estaba en buena compañía:la Sirenita,Julieta,Pocahontas,la Dama de las Camelias,Madame Butterfly,y ahora tambien yo,Mira Gratton.Lo bueno era que podia ahorrar lo del cuchillo,porque con lo miserable que me sentia seguro que hacia tiempo que estaba infectada de tuberculosis,de modo que tendria una muerte mucho más estetica.Pálida y hermosa como Blancanieves,yacería en mi cama con el cabello esparcido sobre la almohada.Y Harry se arrodillaría a mi lado y lamentaría amargamente lo que habia hecho cuando yo murmuraba mis ultimas palabras con un hilo de voz...
Pero antes de nada,tenia que ir al lavabo.
El té a la menta con mucho azúcar y limón era una especie de remedio universal contra todos los males en nuestra familia,y yo me habia bebido una jarra entera.Porque,en cuanto habia entrado por la puerta de vuelta del cuartel general de los Vigilantes,mi madre se habia dado cuenta enseguida de que no me encontraba bien -algo que en realidad tampoco tenia mucho mérito,porque de tanto llorar parecia un zombie-y yo estaba totalmente segura de que no se iba a creer la explicación (propuesta por Xemerius)de que habia tenido que cortar cebollas durante el trayecto en la limusina.
-¿Te han hecho algo esos condenados Vigilantes?¿Qué te ha pasado?-me preguntó,consiguiendo parecer al mismo tiempo preocupada y terriblemente furiosa-.Mataré a Falk si...
-Nadie me ha echo nada,mamá-me apresuré a asegurarle-.Y no ha pasado nada.
-¡Como si fuera a creerse algo asi!¿Por qué no le has explicado lo de las cebollas?Nunca haces caso a lo que te digo-exclamó Xemerius pateando el suelo con las zarpas.
Xemerius era un pequeño 'daimón' gargola de piedra con unas grandisimas orejas,alas de murcielago,larga cola escamosa de dragón y dos cuernecitos sobre una cabeza de aspecto gatutino.Por desgracia,esta encantadora criatura no era ni la mitad de tierna de lo que podia imaginarse por su aspecto,y,por desgracia,nadie excepto yo podia oir sus comentarios desvergonzados y darle la correspondiente replica.
Por otro lado,el que yo pudiera ver 'daimones' gárgola y otro espiritus y que pudiera hablar con ellos desde mi más tierna infancia era solo una de las extrañas cualidades con las que me habia tocado vivir.La otra,aun más rara y desconocida por mí misma hasta hacia solo dos semanas,era que pertenecia a un circulo (¡secreto!)de doce viajeros en el tiempo y debia saltar diariamente durante unas horas a algun lugar del pasado.En realidad,se suponía que la afectada por la maldición,quiero decir,por el don de viajar en el tiempo,debia ser mi prima Caroline,que de hecho era la más apropiada para el cometido;pero al final me tocó a mi cargar con el muerto,algo que deberia haber sabido desde el principio,acostumbrada a que siempre me tocara la china.En Navidades,cuando haciamos el amigo invisible,era yo la que sacaba el papelito con el nombre de la profesora (¿qué demonios se supone que puedes regalarle a una profesora?);cuando tenia entradas para un concierto,caia enferma (o a veces durante las vacaciones),y cuando queria estar especialmente guapa,me salia un grano en la frente tan grande como un tercer ojo.Ya sé que de entrada no parece que los viajes en el tiempo se puedan comparar con un grano y que se tiene a considerar algo divertido y envidiable,pero lo cierto es que no lo son en absoluto.Más bien pueden describirse como fastidiosos,estresantes y peligrosos.Y,por ultimo,no hay que olvidar que si no hubiera heredado ese estupido don,no habria conocido a Harry,lo que significaria que mi corazón -fuera de mazapán o no-todavia estaria irrompible.De hecho,Harry era uno de los doce viajeros del tiempo que quedaban vivos,porque a los otros solo se les podia encontrar en el pasado.
-Has estado llorando.-constató mi madre con voz neutra.
-¿¡Ves!?-gritó Xemerius-.Ahora intentará tirarte de la lengua y no te perderá de vista ni un segundo,y para nosotros se habrá acabado lo de buscar tesoros esta noche.
Le respondí con una mueca para darle a entender que esa noche no estaba de humor como para buscar tesoros (es lo que hay que hacer con los amigos invisibles si no quieres que te toman por loca por hablar sola).
-Dile que querias probar si funcionaba tu spray de pimienta y que te has rociado los ojos sin querer-gruñó entonces el aire.
Pero estaba demasiado agotada para mentir,de modo que miré a mi madre con los ojos llorosos y lo intenté con la verdad,dejando espacio para que llenara los huecos.
-Eso solo que...no me encuentro bien porque...cosas de chicas ¿sabes?
-Ay,cariño...
-Cuando llame a Candy,seguro que enseguida me sentiré mejor.
Para mi sorpresa,y la de Xemerius,mi madre se dio por satisfecha con esa explicación.Me preparó té,me dejó la jarra y mi taza estampada preferida en la mesita de noche,me acarició la cabeza y me dejó tranquila,renunciado incluso a sus habituales advertencias (¡Mia,que son las diez,y ya llevas cuarenta minutos hablando al teléfono!¡Ya os veréis mañana en la escuela!).A veces,era realmente la mejor madre del mundo.
Suspirando,levanté las piernas de la cama y caminé con paso seguro en dirección al cuarto de baño.Sentí una corriente de aire fría.
-¿Xemerius?¿Estás ahí?-pregunté a media voz mientras buscaba el interruptor a tientas.
-Eso depende.-Xemerius estaba colgado cabeza abajo de la lámpara del pasillo,balanceandose y parpadeando deslumbrado por la luz-.¡Solo si no vuelves a transformarte en una fuente ambulante!-Su voz se hizo aguda y llorosa y empezó a imitarme,por desgracia,bastante bien-.''Y entonces él dijo,no tengo ni idea de que estás hablando,y entonces yo dije,sí o no,y a continuación el dijo,sí,pero,por favor,deja de llorar...''-Suspiró de forma teatral-.Realmente las chicas son lo más irritante que hay,por detras de los empeados de la banca jubilados,las dependientes de medias y los presidentes de las sociedades de horticultura.
-No puedo garantizarte nada-susurré para no despertal al resto de la familia.

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